A partir del 1 de junio de 2013, con la entrada en vigor del Real Decreto 235/2013 para la
certificación de la eficiencia energética, todos los propietarios que deseen vender o alquilar su vivienda deberán tener disponible para el comprador y/o inquilino un certificado energético. Este certificado consiste en un documento que describirá, mediante una etiqueta, lo eficaz que es una vivienda en cuanto al consumo de energía.
En este certificado, y mediante esa etiqueta de eficiencia energética, se asigna a cada edificio una Clase Energética de eficiencia, que variará desde la clase A, para los energéticamente más eficientes, a la clase G, para los menos eficientes.
Si desea obtener su certifación, consúltenos para saber los pasos que tiene que seguir.